1-4. Fracaso colectivo

Hay que decirlo con todas las letras: La SP Villafranca ha fracasado al no poder luchar por el ascenso. Opciones matemáticas aún quedan algunas, pero virtualmente el equipo queda fuera del play-off tras perder, en un pésimo partido, ante el Oliva (1-4) en el choque de despedida a la afición esta temporada.
Y es un fracaso porque la SP como entidad y Villafranca como ciudad merecen mucho más. Y es fracaso colectivo porque ningún estamento del club estuvo a la altura de la circunstancias: la directiva no supo motivar (insistía desde el inicio en que el ascenso no era un objetivo), el entrenador no supo colocar (siempre desde la apreciación externa de este blog), los jugadores no supieron marcar (dígase también defender), la afición no supo animar (siempre fue una afición apática) y la prensa (al menos, este medio) no supo informar con rigor en muchos momentos. Es la opinión de este blog, que ni es el medio oficial del club ni una "web pirata", como es calificado desde algunos oráculos radiofónicos.
Centrándonos en el partido ante Oliva, el resultado es el mejor resumen. Pasó por encima del Villafranca el equipo olivero: todo un ejemplo de colocación, acierto, motivación y apoyo desde la grada, y además sin insultos. Justo la antítesis de un caricatura de equipo, al que en ningún momento supo corregir desde el banquillo Gañán. Técnico, por cierto, al que siempre hemos respetado, pero con el que hemos sido críticos con algunas de sus decisiones. Las últimas este domingo. Para tapar el lateral derecho, destrozó el centro del campo, donde Ángel venía siendo una pieza clave, y no se atrevió a jugar con tres defensas cuando el Villafranca tenía todo perdido.
Las historias con buenos inicios no suelen terminar bien. Y así ocurrió en el partido. Mariñas adelantó al Villafranca tras un falta magistralmente lanzada por Manolo Saez. Cuando todo se ponía de cara, las indecisiones en defensa  cambiaron el signo del partido.  Primero David Moro y después Kiko voltearon el marcador y se llegó al descanso con un 1-2, que resultaba excesivo para los méritos de ambos equipos.
La afición confiaba en el equipo, pero un golazo desde fuera del área de un incombustible pero demasiado pasional Ramiro cerró el partido con 44 minutos por delante. Había tiempo para, al menos, igualar el partido y seguir soñando. Pero los jugadores se quedaron sin ánimo y sin fuerzas y el técnico se quedó sin ideas para reactivar al equipo. Central por central. Ese fue el cambio de Gañán para que cambiaran las cosas.
Solo era cuestión de dejar pasar los minutos. Pero Oliva seguía presionando, corriendo, luchando todos los alones. Joel ya en el descuento elevó el sonrrojante 1-4.
Las opciones matemáticas del Villafranca pasan por dos derrotas de Oliva en casa ante Aceuchal y Berlanga que no se juegan nada , y dos victorias amarillas en Monesterio y Azuaga. Misión casi imposible.
En cualquier caso, gracias a técnicos, directivos y jugadores por su trabajo. Esto, afortunadamente, es solo un deorte. Otra vez será.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tenemos q aprender de los errores y no volver a cometerlos. Equipo habia( segun mi opinion ) para mucho mas.